El aceite separado en el decanter del resto de la masa de aceituna, es conducido posteriormente a través de una serie de tuberías, a otras instalaciones, como son las centrífugas verticales, depósitos aclaradores y depósitos de bodega. Estas tuberías presentan dos grandes problemas para llevar a cabo una limpieza correcta de las mismas:

  • Dificultad de acceso
  • Ausencia de medios adecuados

La práctica habitual es el desmontaje, limpieza manual y posterior montaje, de aquellas partes accesibles, lo que conlleva una gran inversión en tiempo y mano de obra, y lo que es más importante, no se obtienen los resultados deseables, ya que existen partes de la tubería que no consiguen limpiarse, como son los tramos pasamuros y los tramos soterrados.

Estos tramos constituyen verdadeeros puntos negros donde se producen fermentaciones que originan en el aceite la aparición de defectos organolépticos, entre ellos, el temido defecto de «arrastre», sobre todo al inicio de campaña, o en periodos de la misma, donde se producen paradas por las inclemencias meteorológicas.

En THA disponemos de un método novedoso y económico, consistente en la combinación de la acción química del detergente, con alta temperatura de lavado, enérgica acción química mediante turbulencia controlada, y posterior secado, que deja la tubería en condiciones idóneas para transportar el aceite, reduciendo a la mínima expresión la cantidad de aceite de arrastre, que suele separarse como aceite de inferior calidad, hasta garantizar que el aceite sale limpio de defecto.

Nuestro método es rentable porque, por un lado, se acorta el tiempo de actuación, evitando el proceso de montaje y desmontaje, y por otro lado, se reduce la depreciación que sufre el aceite que pueda tener defecto, sobre todo, en el inicio de la campaña, donde la aceituna tiene la mayor calidad.